Metropolitan Museum. NYC, Abril 2009.
lunes, 21 de septiembre de 2009
sábado, 19 de septiembre de 2009
Volver
Cada vez cuesta más trabajo volver. Y yo me he pasado todo el año volviendo.
De las vacaciones, de lesiones, de viajes. He vuelto a sentarme en un pupitre y a hacer exámenes. He vuelto a casa de mis padres. He vuelto a coger las muletas. He vuelto a mis rincones de siempre. He vuelto a mirarme en espejos que me han enseñado a una tipa más vieja, cansada de tanto viaje, con más mala leche, ¿más sabia? y también con más seguridad. Pero me sonríe en el espejo la misma sonrisa.
Llevo semanas pensando si volvía también a este blog, que abrí por obligación hace un tiempo. Me sobra pudor para compartir muchas de las cosas que pienso, pero de momento, aquí estoy. Igual con la edad también me sacudo la vergüenza.
Tengo más cicatrices que cuando empecé, pero igual con ellas me hago un tatuaje para reírme un rato.
Os dejo aquí uno de mis espejos favoritos.
Besos
De las vacaciones, de lesiones, de viajes. He vuelto a sentarme en un pupitre y a hacer exámenes. He vuelto a casa de mis padres. He vuelto a coger las muletas. He vuelto a mis rincones de siempre. He vuelto a mirarme en espejos que me han enseñado a una tipa más vieja, cansada de tanto viaje, con más mala leche, ¿más sabia? y también con más seguridad. Pero me sonríe en el espejo la misma sonrisa.
Llevo semanas pensando si volvía también a este blog, que abrí por obligación hace un tiempo. Me sobra pudor para compartir muchas de las cosas que pienso, pero de momento, aquí estoy. Igual con la edad también me sacudo la vergüenza.
Tengo más cicatrices que cuando empecé, pero igual con ellas me hago un tatuaje para reírme un rato.
Os dejo aquí uno de mis espejos favoritos.
Besos
viernes, 20 de marzo de 2009
jueves, 5 de marzo de 2009
"Mañana hablamos"
Suena el móvil. Ni café, ni tostada. En ayunas bajo la lluvia y con un frío que pela...
Llamo al compañero, me sale el buzón. Cojo el coche. Me devuelve la llamada. "Quedamos en..."
"¿Tardas mucho?, que me congelo...!!"
Vamos al sitio, no lo encontramos. Más móvil.
Llama el jefe. "Sí, llámame cuando..."
Voy a buscar a alguien. No está.
Me voy al curro. Me suena el móvil mientras llamo por el fijo.
Me suena el fijo mientras hablo por el móvil.
Una amiga necesita consuelo. Me hace un resumen por teléfono. No podemos quedar. ¿¿¿No podemos quedar???
Móvil, fijo. Hasta el correo electrónico se atasca.
"Soy el capitán Blas...". Una voz amable.
El que no estaba me llama.
Un fijo en mi móvil. "Tenemos los billetes............." Ay!!!
Llaman otra vez. "Soy el de los perros...". Hoy he visto a tres y he oído al cuarto.
Para casa. Desde el coche: "¿Oye, cómo se llamaba el hotel? Al final nos vamos..."
Otra llamada. "Me ibas a llamar para comer?". Ni cobertura, ni almuerzo.
Atasco. Han cortado una calle. Otro atasco.
Más correos electrónicos. El fijo, mi llamada sagrada...
Pa comer, restos de la cena. En quince minutos me llaman tres veces... El tercero se queda sin respuesta. Lo siento...necesito masticar, y sólo tengo cobertura en la terraza.
De vuelta. Cortaron la calle.
Suena el fijo "Ya están aquí".
Correos, fijo....
El día se ha acabado y sigo aquí, allí...
Las 22 y 23 no suenan. "¿Estais bien? Sí, ¿y tú? Bien. Mañana hablamos."...
miércoles, 25 de febrero de 2009
lunes, 23 de febrero de 2009
La vida buena
Los tres me miraban mientras daba vueltas alrededor del socavón con la cámara pegada al ojo.
Entre el sol de justicia que caía y que había poco espacio, no acababa de encontrar la forma de que la foto me saliera bien. Además, siempre fui lenta para eso de las instantáneas. (En la facultad, un maestro del periodismo al que entrevistamos para un trabajo, me aconsejó muerto de risa que no me dedicara a la fotografía de guerra...Tardé como cinco minutos en hacerle una foto...).
Cuando estaba medio tirada en el suelo, me di cuenta de que mis tres observadores mantenían una animada 'conversación' salpicada de "Ten cuidao niña" y "Be carefoul".
Matilde, a la derecha, no habla una sola palabra de inglés. Sus vecinos en este barrio de Cuevas del Campo, Susan y John, no hablan nada de español. Aún así, pasaron un buen rato charlando, compartiendo el tiempo, que pasa despacio en un barrio de casas cueva.
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